Orientacion vocacional
Uno de los problemas centrales de la adolescencia lo constituye su indefinición respecto al futuro.
Cuando la misma esta referida a la esfera de estudios superiores y al trabajo, decimos que el adolecente tiene conflictos en torno a su orientación vocacional.
Se pregunta: ¿Qué hacer en el futuro? ¿Qué estudios proseguir? ¿Cómo resolver las dudas respecto a la elección de la carrera o trabajos futuros?
Los conflictos son serios aunque los adolecentes no siempre sean conscientes de los mismos. En general no adquieren conciencia de la necesidad y posibilidad de elegir hasta que sus estudios secundarios estén por concluir.
A la urgencia por resolver se responde de diferentes maneras:
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Renuncian a la posibilidad de elegir por si mismos
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Se someten voluntariamente a la elección de otros (padres, amigos, compañeros, etc.)
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Se aferran a viejas elecciones negándose a pensar sobre un campo de posibilidades de crecimiento y el aprendizaje han ido ampliando.
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Elijen no elegir, despreocupándose de un problema porque en el fondo les preocupa mucho.
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Elijen por si mismos pero sobre la base de prejuicios, distorsiones o conocimientos parciales sobre ellos mismos y sobre el mundo de las ocupaciones y el mundo de la universidad.
Cuando el conflicto adquiere estas connotaciones la intervención del psicólogo se hace imprescindible para ayudarles a conocer, discriminar realidades y fantasías, integrar gustos personales con oportunidades reales: evaluar el pasado como estudiantes y prever su futuro; disminuir su inseguridad frente al cambio y permitirle adaptaciones maduras frente a lo nuevo que enfrentará.
En síntesis: acompañarlo y asistirlo en la tarea de elegir por si mismo que hacer; pero no elegir en su lugar, puesto que en la medida en que elegir que hacer es en cierto modo remplazarlo en esta tarea estaría reñido con la ética y constituiría en el fondo interferir en su desarrollo como persona libre y responsable.
